
Se nos va acercando la Semana Santa. Estamos en tiempo de Cuaresma y el
Recetario mañoso quiere dedicarse, esta vez, a los platos típicos de estas fechas. Osea: NADA DE CARNE.
Nuestra anfitriona de este mes es Susana, del blog
Delantal o mandil . Una twittera y blogera la mar de agradable y cuyo blog os aconsejo que no os perdáis pues no tiene desperdicio.
Las austeridades, ayunos y abstinencias han estado siempre a la orden del día para el "pueblo" así que no es de extrañar que con unos pocos ingredientes se llegasen a preparar exquisitos platos en los que no entraba la carne.
Desde el Miércoles de Ceniza hasta el Viernes Santo, ambos inclusives, no estaba permitido, por la Santa, Católica y Apostólica Iglesia Romana comer carne.
En los inicios de esta costumbre no sólo era esta norma para los viernes sino para los 40 días que van desde una fecha y otra, pero es que, además de la abstinencia, los viernes era de obligado cumplimiento el ayunar. Tan sólo estaba permitido comer una vez al día y esa vez era obligatorio comer pescado, además, las alegrías carnales tampoco estaban permitidas en estas fechas.
Con el paso de los siglos (si, siglos) esta norma se fue suavizando y se pasó a hacer tan solo abstinencia (no comer carne) dejándose lo del ayuno para voluntades fuertes y las fés mas resistentes.
Claro está que todo esto era de los tiempos en que la Iglesia Católica tenía fuerza de convicción.
Actualmente ha dejado de ser importante eso de no comer carne y en más de una ocasión resulta mas caro el comer pescado que carne... Ya no es un "sacrificio" eso de comer pescado y si lo es resulta sacrificio para nuestros bolsillos no para nuestros paladares.
Por cierto. ¿Conocéis el motivo real de esta costumbre?:
Pues viene de los tiempos en que El Vaticano tenía la mayor flota pesquera del mundo y necesitaba "sacar" su mercancía. (Esta historia nos la contó el profesor de religión del Colegio de Sta Ana, en Calatayud que además era cura).
Pero retomo el hilo....
He querido hacer unas tradicionales Sopas de ajo con un toque original y para ello he usado, además de los ya conocidos ingredientes de este plato, unos boletus deshidratados y bacalao seco.
Os puedo decir que ha sido todo un descubrimiento y que, con alguna variación, para no repetirme mucho, volveré a hacer este plato.
Ingredientes:
- 2 ajos blancos.
- 4 ajetes.
- 4 rebanadas de pan duro.
- AOV.
- 50 grs de boletus deshidratados.
- 80 grs de bacalao seco desalado.
- 1 huevo.
- 1/4 de vaso de vino blanco.
- El agua donde se han rehidratado los boletus y sal.

Elaboración:
Primero de todo pondremos a hidratar los boletus durante 90 minutos, como mínimo.
Lavaremos el bacalao que ya estaba desalado, lo pasaremos por harina y lo freiremos en un buen AOV, donde habremos frito los ajos blancos.
Una vez que ha pasado el tiempo de hidratación de los boletus guardaremos el agua para que sea la base de nuestro "pucherico".
Freiremos los ajetes bien cortados e incorporándoles, en frío, un poco de agua de los boletus para evitar que se quemen.
Una vez fritos los ajetes llega el momento de freír los boletus.
Ahora le toca al pan duro. Freírlo y si hacéis corto de aceite añadir un poco más pero con cuidado porque puede resultar un guiso demasiado graso.
Los ingredientes que ya están fritos los iremos reservando en una cazuela excepto el pan que dejaremos a parte para incorporar cuando se lleva nuestro "pucherico" a la mesa.
Como hay que aprovechar muy bien todos los ingredientes, en el aceite de toda la fritura volcaremos más agua de hidratación de los boletus para recoger, así, todos los sabores.
Es el momento de empezar con la "sopa" propiamente dicha incorporando el resto de agua de hidratación a los ingredientes así como el vino blanco y dejando cocer 10 o 15 minutos.
Batiremos un huevo y se lo incorporaremos a nuestro caldo.
¡El momento de la mesa!.
Serviremos en los platos o boles colocando, encima, el pan frito que decoraremos con unos trozos de boletus y bacalao.
Y así hemos pasado de unas sencillas "Sopas de ajo" a un maravilloso "Pucherico de Cuaresma!.
¡Rico, rico, rico!. O, como se dice por estas tierras "Güenismo".
Si, por casualidad, os sobra algo de caldo en la cena no lo tiréis pues esta es una nueva base fabulosa para hacer otra sopa de ajo que os enseñaré otro día.
¡Entalto Aragón!.
Pochoncicos.