miércoles, 5 de junio de 2013

Col china con verduritas


 Compré una col china porque me apetecía experimentar con ella y una vez en casa sencilla y llanamente la uní a unos brotes de soja (de esos de tarro), medio bote de maíz dulce, unas zanahorias laminadas, una cebolla y un poco de jamón dulce.
Sofreí todo con nuestro maravilloso AOVE y le puse dos cucharadas de salsa de soja y una de miel amen de un pelín de pimienta recién molida.
Ninguna complicación más. Ni siquiera sal porque la soja aporta mucho sabor.


Es genial para practicar con los palillos chinos y, de paso, solucionarme una cena en la que no estaba muy inspiradas.
Me faltó el "gato de la suerte" pero eso también lo tengo solucionado y ya lo tengo en casa moviendo el brazo con energía solar y haciendo eso de "Piedra, papel, tijera". Jajajajajaja.
 ¿Gustais?.




18 comentarios:

  1. Que platico mas sabroso, pero a mi con tenedor y sin gato, odio ese gato, no puedo con el, será que no conozco su leyenda... Besicos.

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    1. Jose, he estado mirando en la red la historia de este gato y te he encontrado estas leyendas.
      Espero que te gusten y te expliquen, un poco, el sentido de este gato.
      1)
      Durante el siglo XVII, en la era Edo, en la época de los señores feudales, existía en Tokio un templo que había conocido días mejores y que tenía serios problemas económicos y estaba semi-destruido. El sacerdote del templo era muy pobre, pero aun así, compartía la escasa comida que tenía con su gata, Tama.
      Un día, un señor feudal, un hombre de gran fortuna e importancia llamado Naotaka II ((井伊直孝)) fue sorprendido por una tormenta mientras cazaba y se refugió bajo un gran árbol que se encontraba cerca del templo. Mientras esperaba a que amainara la tormenta, el hombre vio que una gata de color blanco, negro y marrón, le hacía señas para que se acercara a la puerta del templo. Tal fue su asombro que dejó el refugio que le ofrecía el árbol y se acercó para ver de cerca a tan singular gata. En ese momento, un rayo cayó sobre el árbol que le había dado cobijo.
      A consecuencia de ello, el hombre rico se hizo amigo del pobre sacerdote, financió las reparaciones del templo y éste prosperó, con lo que el sacerdote y su gato nunca volvieron a pasar hambre.
      Tras su muerte, Tama recibió un solemne y cariñoso entierro en el cementerio para gatos del Templo Goutokuji, y se creó el Maneki Neko en su honor. Se dice que un Maneki Neko en el lugar de trabajo, el hogar o incluso una página web atrae la buena suerte y los visitantes.
      2)
      Una cortesana llamada Usugumo, que vivía en Yoshiwara (al este de Tokio) tenía un gato al cual amaba y criaba con mucho cariño. Una noche, el gato empezó a jugar con su kimono y se lo fue llevando a rastras. Daba igual lo que ella dijera, el gato seguía con su juego.
      El propietario del burdel, al ver aparecer al gato con el kimono, y pensando que el animal estaba embrujado, le cortó la cabeza. Ésta salió volando hasta el techo, donde sin querer mató una serpiente, al parecer preparada para atacar en cualquier momento.
      Usugumo quedó sumida en el dolor por la muerte de su mascota. Para hacerla feliz, uno de sus clientes le hizo un retrato en madera de su gato, y se lo dio como regalo. Esta imagen del gato pasó a ser conocida como Maneki Neko.
      3)
      Una señora mayor que vivía en Imado (este de Tokio) se vio forzada a vender su gato debido a la extrema pobreza en la que vivía. Poco tiempo después, el gato se le apareció en un sueño, y le dijo que hiciera su imagen en arcilla.
      La anciana se encargó de crear la estatua tal y como le dijo el gato, y no tardó en venderla. Se dedicó a hacer más estatuas, viendo que gustaban a la gente y las compraban encantados. Muy populares se volvieron anciana y gato, y pronto la mujer se hizo próspera y rica.

      Por lo visto, actualmente el gato invita a entrar a los clientes al local donde se tenga porque los orientales no saludan como nosotros, sino como el gato; así que el gesto del gato dice "Ven, por favor, entra en mi local. Eres bienvenido".

      Pochoncicos.

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  2. Unas estupendas verduritas salteadas para la "operación bikini" y como cena deliciosas. Besos.

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    1. Hola Raquel.
      La verdad es que yo eso de la operación bikini lo llevo fatal (vamos, que casi ni bañador me pongo!).
      La cosa es que me encantan así las verduras y me apañan las cenas muy rápido.
      Es que todo lo oriental nos gusta mucho en casa.

      Pochoncicos.

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  3. Pues sí que gustamos y muy a gusto además !!

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    1. Hola Angelines.
      Puede sonar un poco "raro" por eso de la salsa de soja y la mierl pero queda la mar de rico y son ingredientes muy saludables.

      Pochoncicos.

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  4. Pues la verdad que te quedo´muy resultona a la vista y seguro que estaba buenísima. Me la apunto a ver si de una vez por todas aprendo a utilizar ls palillos :)

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    1. Hola María.
      La verdad es que es divertido comer con los palillos así que en cuanto podemos los sacamos y a darle a las comida con ellos.
      Mi marido no los usa pero Tatiana y yo disfrutamos un montón con ellos.

      Pochoncicos.

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  5. Ayyy que envidia sana saber usar los palitos...:) Que rica ensalda nos has traido...hummmm
    Besos

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    1. Un truquillo para aprender a usar los palillos, Anni:
      Práctica con canicas.
      Pon dos boles. en uno pones las canicas y luego vas pasándolas al otro bol usando los palillos para ello.
      Cuando hayas cogido la marcha con las canicas pasa a hacerlo con cosas mas pequeñas.

      Pochoncicos.

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  6. Pues no te ha podido salir más oriental, me encanta mi Wok, lo tengo aburridito de tanto usarlo, a que no sabes cual va a ser la próxima receta en el?,
    Por cierto si no soy capaz de coger un trozo de carne con palillos como quieres que coja canicas? estas se resbalan más que una trucha jajaja, madre mía ya veo todo el suelo lleno de ellas, pa matarnos vamos !!!!! Besos

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  7. Jajajajajaja.
    Rosa, otra solución es practicar con guisantes. Pero esos aún son mas pequeños que las canicas.
    que conste que yo aprendí hace poco tiempo a usarlos y hay veces que aún se me tuercen y tengo que dejarlos en el bol.

    Pochoncicos.

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  8. Que bueno. Si pero con tenedor.

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  9. Tu ya sabes que yo no soy de comer platos de otros países, pero
    este plato y cocinado por ti, siempre por ti, me lo comería, bssssss.sefa

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  10. Noooo, el gato ese que mueve el brazo no, cuando lo veo en los escaparates, es que no me gusta nada, jajaja. Siempre he dicho que si alguien me regala ese gato lo pongo en la lista negra.
    Pero bueno este platico de col china con verduritas, eso si, a este me apunto que lo prefiero al gato y es que tú con cuatro cosas te montas una comida o cena de maravilla.
    Besos.

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  11. Vaya el gatito, no tenia ni idea de la historia...Sorprendidika me tienes hija mia con este plato tan OLIENTAL: soja, palillos, col china....
    Asi que, solo me queda despedirme en chino mandarin:

    再见! zài jiàn!

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  12. Una autentica delicia, y a mi es que lo oriental me gusta mucho...
    Pero por fa!!! Deshazte del gato.... jejejeje
    Un beso
    http://desdelacuinadelhort.blogspot.com.es/

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  13. Cariñete, esto me lo zampaba yo hoy mismo a la cena, que cosa rica con tanta verdurita.

    besinessss

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